Todos los profesionales que se dedican a la tarea, de formar y desarrollar personas, deberían tener conocimientos básicos de ciencia cognitiva moderna, para ser más exactos, conocer, cómo aprenden las personas. Esto se vuelve fundamental si queremos diseñar experiencias de aprendizaje significativas y duraderas. No únicamente cursos que se desvanecen unas horas después de tomarlos, convirtiendo la inversión en gasto.
Es por esta razón que dedicaremos algunos artículos a conocer de manera general la ciencia que existe detrás del proceso de aprendizaje.
Conocer cómo aprende el cerebro es una tarea para nada sencilla, pero finalmente y después de 30 años de estudios científicos, hemos logrado profundizar en el proceso del aprendizaje humano.
Siendo sucinto en mis palabras y corriendo el riesgo de no hacerle justicia a la labor científica, quisiera resumir este proceso en 4 etapas:
- Etapa de atención
Es la primera fase del proceso de aprendizaje y probablemente la más difícil de lograr. Estamos saturados de estímulos sensoriales, sonidos, sabores, colores, etc. pero solo prestamos atención a una pequeña porción de los mismos. Basta con que cierre los ojos y escuche por unos segundos los sonidos que le rodean, notará que muchos de ellos están con usted casi todo el tiempo, pero no les prestas ninguna atención, esto es porque el cerebro filtra los estímulos, atenuando los que no interesan y amplificando los que sí. La atención es donde empieza el aprendizaje, no se puede aprender lo que logra captar la atención de nuestro cerebro.
Las investigaciones de los últimos años afirman que, la atención puede provenir de dos fuentes; la atención dirigida y la atención generada por estímulos.
La primera es el resultado de la motivación intrínseca, el impulso que enfoca los esfuerzos en la consecución de nuestros deseos más profundos, como: estatus social, reconocimiento, realización, etc.
La segunda en cambio, está determinada por los estímulos sensoriales externos o motivación extrínseca, es decir todo lo que nos rodea. La mente realiza un monitoreo inconsciente de los mismos como un mecanismo de supervivencia, trayendo a primer plano los más sobresalientes y anulando los menos importantes. Por ello mientras caminamos en una calle repleta de estímulos sensoriales aún somos capaces de hablar por teléfono.
Los estímulos externos tienen la capacidad de activar mecanismos de alerta que el cerebro no puede ignorar, los sonidos fuertes o los colores brillantes son un ejemplo de esto.
2. Etapa de codificación
Una vez que la información ha logrado traspasar el filtro de la atención, se sucede un proceso de codificación, es decir, el cerebro intenta interpretar la nueva información a partir de la que ya posee, concepto conocido como metacognición. Esto significa que si usted no tiene el conjunto de conocimientos necesarios para decodificar el nuevo conocimiento que ingresa, no podrá comprenderlo.
Para que el cerebro pueda decodificar la nueva información esta necesariamente debe estar relacionada de alguna forma con el universo de conocimientos que ya poseemos, sino será rechazada por carecer de significado y olvidada casi de inmediato por no tener donde ubicarse en los constructos cognitivos cerebrales.
3. Etapa de almacenamiento
Cuando la información ha logrado decodificarse es almacenada en el cerebro de manera temporal y durante las primeras horas del sueño es repasada y revisada por el cerebro, sin embargo si esta nueva información no se utiliza o recuerda durante un tiempo, el cerebro terminará por desecharla por considerarse irrelevante.
Pese a esto, se ha demostrado que la información generada por estímulos muy fuertes, como las emociones, tienen la capacidad de permanecer por más tiempo en el cerebro aún sin ser recordadas con periodicidad.
4. Etapa de recuperación
Finalmente la información que ha sido almacenada en el cerebro debe ser recordada y utilizada para resolver problemas de la vida real, para esto será necesario recuperar los conocimientos almacenados en la memoria, haciendo que enfoquemos de vuelta nuestra atención en ellos y también debamos re-codificarlos. De esta manera iniciaremos de nuevo el ciclo del aprendizaje.
Mientras mayor sea la frecuencia y la cantidad de veces, que traigamos de vuelta a nuestra atención los conocimientos almacenados, es decir, se los recuerde y repase, el grado de dominio y comprensión de este conocimiento será mayor. Este mecanismo lleva a un aprendiz a convertirse en un experto con la aplicación continua del conocimiento adquirido.
En el próximo articulo abordaremos algunas estrategias a usar para mejorar el proceso de aprendizaje en cada una de sus etapas, como siempre si les gusto la entrada compartan y denle like.
