Desde solicitar un taxi, reservar en un restaurante, leer mensaje y atender clientes. Hasta ayudarte a dormir, detectar el estado de salud o de ánimo, hasta solucionar problemas amorosos. Existen chatbots para todo y la educación no puede ser una excepción.
En un artículo anterior habíamos hablado de la inteligencia artificial. Y cómo esta, podría revolucionar la forma de aprender en todo el mundo. Ahora aterrizaremos esas perspectivas con una muestra específica sobre el uso de #AI en la educación.
Chatbots en la enseñanza
Los chatbots son aplicaciones informáticas capaces de mantener conversaciones con humanos de forma natural y fluida. Esto, gracias a que poseen sistemas de inteligencia artificial, que les permiten aprender y mejorar con cada contacto. Aunque apenas es una industria en crecimiento, el uso de chatbots se está extendiendo a una velocidad impresionante. Sobre todo en el comercio y el marketing, sin embargo, ya existen experiencias en la educación:
- CourseQ, es una plataforma de chatbots creada para universidades. Su objetivo es brindar soporte a sus alumnos en necesidades cotidianas. En este caso: alojamiento, actividades, horarios de clase, material educativo, entre otros.
- TinkerBot, es un Chatbot que utiliza Facebook Messenger para enseñar a las personas sobre diversos temas de forma personalizada, manejando un lenguaje natural y muy fluido. Incluso llega a probar los conocimientos de los usuarios haciendo preguntas y explicando las respuestas a modo de feedback.
- Wanda creado por Unit4, fue de los primeros chatbot enfocados en la educación superior, debido a que está desarrollado sobre la infraestructura de Microsoft Azure. Aprovecha la estructura y los servicios cognitivos de Microsoft, dotando a este robot de una impresionante capacidad de aprender e interactuar con humanos.
Estos son algunos ejemplos, pero imaginemos el enorme potencial que tiene utilizar chatbots en la enseñanza.
Uso de chatbots
Aprendizaje personalizado a la medida de las habilidades e intereses de cada persona. Algo que de hacerse con profesores reales sería imposible de lograr.
Aunque los chatbots no tomarán el trabajo de los docentes, (al menos no por el momento) pueden encargarse de todas las tareas operativas y repetitivas. Siempre dando lugar para que estos se concentren en diseñar experiencias de aprendizaje más significativas.
El proceso de evaluación puede ser más efectivo, gracias a la capacidad de los chatbots para interpretar textos escritos por humanos. Las evaluaciones no tendrán que seguir siendo de opción múltiple, una herramienta muy utilizada en la actualidad por la facilidad que ofrece a los docentes. Sin embargo, muy imprecisa cuando se trata de conocer la capacidad de reflexión y resolución de problemas que en realidad posee un aprendiz.
El reforzamiento de conocimientos es otra gran oportunidad. Normalmente la información que se transfiere a un estudiante, tarda solo semanas en desvanecerse si esta no se utiliza de forma periódica. Pero si tenemos un chatbot recordándonos conceptos importantes o proponiendo retos, la cosa puede cambiar drásticamente.
Finalmente, está la ayuda contextual o de supervivencia. Lo más común cuando aprendemos algo, es que solo recordemos una parte de toda la información que nos transfirieron. Y suele pasar, con demasiada frecuencia, que necesitemos utilizar justamente lo que olvidamos o eso, a lo que no le prestamos atención. La ayuda de un chatbot nos caería muy bien en estos casos.
Aunque aquí solo he mencionado unas pocas posibilidades, el uso de chatbots en la educación podría ser el primer paso firme que este dando la inteligencia artificial, para revolucionar la educación en todo el mundo.