Que rápido han pasado los años, cuando al ver películas futuristas como: Terminador, el Hombre bicentenario o Inteligencia artificial, nos parecía imposible creer en máquinas capaces de hablar. Incluso moverse o peor aún, aprender o interactuar con humanos. El futuro nos ha llegado más rápido de lo que esperábamos y la tecnología, ha invadido todos los espacios del quehacer humano. Como por ejemplo: el entretenimiento, el comercio, la salud, la comunicación, y por supuesto la educación.
Si echamos un vistazo a las aulas contemporáneas, notaremos fácilmente, cómo la tecnología ha transformado el aprendizaje. Cada día escucho más relatos sobre instituciones educativas que solicitan entre su material de estudio una tablet, smartphone o computadora. Y por supuesto, también profesores que las permiten y utilizan como parte de su estrategia de enseñanza. Igualmente se puede notar, cómo la educación se lleva a cabo con mayor frecuencia fuera de las aulas y mucho más en aplicaciones y servicios digitales.
Pero la influencia de la tecnología en la educación, apenas está dando sus primeros pasos. La inteligencia artificial es el próximo hito en el aprendizaje, porque no solo ofrece revolucionar la forma de aprender. Sino transformar la educación en su conjunto.
Lo sé, es probable que muchos aún se muestren escépticos ante tal afirmación. Pero talvez deberían prestarle más atención a las señales. No solamente está Siri de Apple, la asistente personal capaz de escribir y leer mensajes, crear recordatorios, gestionar agenda o realizar pagos y transferencias de dinero. Entre muchísimas otras funciones todas con comando de voz. También tenemos a Amazon, con Alexa, un dispositivo con inteligencia artificial capaz de encender luces, reproducir música, regular el aire acondicionado o preparar café tan solo con pedírselo. Y qué decir de los cientos de chatbots que ahora inundan el mercado del marketing, los servicios y la misma educación.
Si esto no es suficiente; la promesa de Elon Musk de Tesla y Peter Thiel de PayPal, de donar $ 1 billón para la creación de OpenAI, para uso y beneficio de la humanidad sin fines de lucro, talvez me ayude a convencerte.
Indudablemente, se invierte una enorme cantidad de esfuerzo y dinero en AI. Esta es una muestra innegable de la importancia que tendrá en todos los aspectos de la vida, incluyendo a la educación.
¿Cuáles son los beneficios?
- La AI es capaz de analizar los datos que se generan durante el proceso de aprendizaje y detectar problemas. Alertará al tutor de forma temprana para que tome los correctivos del caso.
- Debido a que la IA puede aprender de cada estudiante, también podrá sugerir tanto al alumno como al tutor, estrategias que faciliten el aprendizaje.
- La AI reconoce emociones y por tanto también puede gestionarlas en los aprendices. Apoyará la generación de conocimiento y resolución de problemas, de forma personalizada.
- Gracias a la enorme capacidad de búsqueda y procesamiento de datos, la AI dará acceso a toda la información que el alumno necesite. Y de paso realizará ejercicios de filtrado y validación, todo esto en cuestión de segundos.
A pesar de los ingentes esfuerzos y notables resultados de empresas como Duolingo, Whiz Education, Third Space Learning y muchas otras, la verdad es que la AI sigue siendo una industria en incubación. Por tanto, la potencialidad de su aplicación en diversos campos, aún esta por verse. Lo cierto, es que la ilusión de contar con un tutor totalmente virtual en el aula, es algo que ilusiona a muchos (incluyéndome) y asusta a otros tantos.
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